domingo, 10 de mayo de 2015

Obrerito (en honor a las madres del universo)

Madre, cuando sea grande
¡ay! que mozo el que tendrás.
Te levantaré en mis brazos,
como el viento alza el trigal.

Yo no sé si haré tu casa
cual me hiciste tú el pañal
o si fundiré los bronces,
los que son eternidad.

Qué hermosa casa ha de hacerte
tu niñito, tu titán,
y qué sombra tan amante
el alero te va a dar.

Yo te regaré una huerta
y tu falda he de colmar
con las frutas perfumadas:
pura miel y suavidad.

O mejor te haré tapices
y la juncia de trenzar;
o mejor tendré un molino,
el que canta y hace el pan.

¡Ay! que alegre tu hombrecito
en la fragua va a cantar,
en la rueda del molino
o en las jarcias y en el mar.

Cuenta, cuenta las ventanas
que estas manos abrirán;
cuenta, cuenta las gavillas
si las puedes tú contar...

(Con la greda purpurina
me enseñaste tú a crear,
y me diste tus canciones
todo el valle y todo el mar... )

¡Ay, que hermoso niño el tuyo
que jugando te pondrá
en lo alto de las parvas
y en las olas del trigal!...

(Gabriela Mistral, poesía y prosa, Edicion 1984)
Para mis tres niños que siempre estarán para mí...

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